- Un reciente informe de la UNCTAD establece que Kenia es el quinto país entre los 20 principales países en desarrollo, y el primero de África en cuanto a posesión de monedas digitales.
- Iwa Salami, lector (profesor asociado) de Derecho de la Universidad de East London, cree que las criptomonedas tienen su lado bueno y su lado malo, pero que pueden tener éxito si están a la altura de su promesa.
Las criptomonedas están ganando terreno en África, con países como Kenia, Sudáfrica y Nigeria a la cabeza del índice de adopción. Un reciente informe de la UNCTAD establece que Kenia ocupa el quinto lugar entre los 20 principales países en desarrollo, y el primero de África en cuanto a la posesión de monedas digitales.
Alrededor del 8,5% de la población del país posee criptomonedas. Los otros países con una elevada posesión de criptomonedas en África son Sudáfrica (7,1%) y Nigeria (6,3%). Recientemente, la República Centroafricana se convirtió en el primer país de África y el segundo del mundo, por detrás de El Salvador, en reconocer el Bitcoin como moneda de curso legal. A medida que los activos digitales ganan popularidad, el informe de la agencia de las Naciones Unidas advierte que su carácter no regulado supone una enorme amenaza para el sistema financiero del continente.
Más información: La República Centroafricana se convierte en el segundo país en dar curso legal al Bitcoin (BTC)
En una declaración realizada por Iwa Salami, lector (profesor asociado) de Derecho de la Universidad del Este de Londres, la criptomoneda requiere astucia tecnológica, y con la mayor tasa de analfabetismo en África, puede resultar difícil de entender.
Los inconvenientes de las criptomonedas en África
También argumenta que la desventaja de la cadena de bloques hace que los bancos tradicionales sean un ideal, ya que perder las claves privadas significa que los fondos se pierden para siempre. En tercer lugar, cree que la naturaleza volátil de la clase de activos es un gran problema, especialmente para aquellos que no la entienden bien.
Según él, esto ha tenido un enorme efecto adverso en los inversores minoristas. Otro gran inconveniente es que las criptomonedas suponen una amenaza potencial para la soberanía monetaria. Esto puede acabar afectando a un país a largo plazo, ya que el Banco Central puede ser incapaz de utilizar la política monetaria para cambiar el rumbo de una economía cuando los activos digitales se utilizan más que los fiduciarios. Según Salami, las criptomonedas también debilitan el control efectivo del capital en los estados africanos.
En el artículo, menciona que la popularidad de las criptomonedas en África se debe a su coste de transacción más barato, junto con la rapidez de la facilitación. Además, son cómodas, ya que todo el mundo con un teléfono móvil y conexión a Internet puede acceder a ellas sin tener que hacer colas y otros problemas en los bancos tradicionales. Otra razón es el aumento de la inflación en la mayoría de los países africanos, lo que convierte a las criptomonedas en la alternativa perfecta.
Independientemente de sus inconvenientes, las criptomonedas pueden facilitar las actividades económicas, ya que las personas que no tienen cuentas bancarias pueden comprar bienes y servicios sin problemas. También se dice que las transacciones con criptomonedas son más seguras y transparentes. En igualdad de condiciones, las monedas digitales han llegado para quedarse y su adopción generalizada las convierte en el futuro de las finanzas. Salami también afirmó que muchos países, entre ellos Nigeria, se han visto en la necesidad de introducir una representación estatal de las monedas digitales, la Central Bank Digital Currency (CBDC).
Pero para que las criptomonedas estén a la altura de su promesa, tanto en el continente africano como en otros lugares, debe haber un enfoque global coordinado y holístico de la regulación, ya que las transacciones son globales.