- El atractivo de Bitcoin como revolución financiera sigue siendo indiscutible.
- Los bancos centrales luchan contra la inminente revolución a través de los CBDC.
Bitcoin es frecuentemente elogiado como uno de los desarrollos más innovadores en la industria financiera desde la creación de Internet. Su naturaleza descentralizada, que permite realizar transacciones sin necesidad de intermediarios, ha dado paso a una nueva era de independencia y autonomía financiera para particulares y empresas de todo el mundo.
Según informes, Bitcoin se ha comportado bastante bien desde principios de 2023 en comparación con cualquier otra clase de activos. Manteniendo Bitcoin durante un periodo de tiempo, un individuo puede beneficiarse potencialmente de la apreciación del precio de la criptomoneda. Además, debido a que hay una cantidad limitada de Bitcoin, su valor puede subir con el tiempo a medida que aumenta la demanda.
A largo plazo, los individuos pueden alcanzar la libertad financiera utilizando el método de autocustodia. Utilizando este método, los individuos pueden controlar totalmente su dinero y reducir la posibilidad de robo o fraude.
Sin embargo, también requiere un nivel significativo de responsabilidad y diligencia para garantizar que las inversiones se almacenan de forma segura y se gestionan eficazmente. En este contexto, algunos protocolos blockchain como AllainceBlock han desarrollado carteras seguras para ayudar a los usuarios a proteger sus tenencias de Bitcoin.
Además, las personas también pueden alcanzar la libertad financiera mediante inversiones en Bitcoin utilizando la técnica de promediación del coste en dólares (DCA). Este método consiste en comprar una cantidad fija de Bitcoin a intervalos regulares, independientemente del precio actual del mercado. Curiosamente, El Salvador utilizó esta estrategia en 2021 tras su decisión de legalizar Bitcoin como moneda de curso legal.
El retroceso de Bitcoin, el caso de la aparición de CBDC gubernamentales
Aunque la utilización de Bitcoin tiene muchas ventajas, los gobiernos están cada vez más preocupados por la amenaza potencial que la criptoinnovación descentralizada supone para su soberanía.
En un intento de evitar una toma de control total, los Bancos Centrales están impulsando sus propias monedas estables nacionales o monedas digitales de los Bancos Centrales (CBDC). Países como China pNB Paribas se ha asociado recientemente con el Banco de China para lanzar un monedero digital en yuanes destinado a sus clientes corporativos, tanto para pagos en línea como fuera de línea.
Dado que Bitcoin es un sistema descentralizado, funciona al margen de la supervisión de cualquier gobierno, lo que dificulta a éstos la supervisión y regulación de su uso, ofreciendo así a los CBDC una mayor influencia en todos los ámbitos.
A lo largo de los años, esta falta de control ha hecho temer a los responsables políticos que Bitcoin pueda utilizarse para actividades ilícitas como el blanqueo de dinero, la evasión fiscal y la financiación del terrorismo.
Además de China, países como Australia y Emiratos Árabes Unidos, entre otros, también están intentando proteger su soberanía frente a la revolución del Bitcoin creando sus propias monedas digitales de banco central (CBDC). Las CBDC, a diferencia del Bitcoin, están centralizadas y son emitidas por los gobiernos, lo que facilita su regulación y control.
En particular, las CBDC también pueden diseñarse para apoyar políticas gubernamentales como el estímulo monetario, lo que las convierte en una opción más atractiva para los responsables políticos y los bancos como BNP Paribas que prestan su apoyo.